En las últimas semanas hemos visto como la televisión, que siempre se ha caracterizado por un abandono casi total hacia el mundo del rock y el metal, ha “desempolvado” este género musical, que prácticamente tenía olvidado.
Han sido varios los programas en los que el rock y el metal han sido protagonistas. Hemos podido ver música en directo, entrevistas y hasta un programa documental sobre el black metal. ¿Está cambiando la televisión o simplemente se adapta a los nuevos tiempos, ante la pérdida exponencial de tele-espectadores?
En la actualidad, cada vez se ven menos horas de televisión. Todos sabemos que Internet, las redes sociales y las plataformas de streaming (Netflix, Amazon Prime, Rakuten, etc.) acaparan gran parte de nuestro tiempo de ocio. Y es que cada vez buscamos un ocio que se adapte a nuestras necesidades y parece que la televisión se va alejando cada vez más de estas.
Por otra parte, vivimos en un Estado donde la cultura siempre está en un segundo o tercer plano, ya que el interés general lo acapara mayoritariamente el deporte (en especial el fútbol), el corazón, los reality shows y, en algunos casos, los toros.
Viendo este desolador panorama, no es de extrañar que la parrilla televisiva dedique prácticamente la mayoría de sus espacios a estos temas. Siempre hay excepciones: algún programa de cine o libros, algún que otro documental y para de contar.
En cuanto a la música, parece que estos últimos años se ha prostituido este arte con reality shows pésimos (La Voz, OT y toda esa basura), y en el poco tiempo que se dedica a la música de verdad, géneros como la música clásica o el indie-pop se llevan el pequeño trozo de pastel que les queda.
Son años donde los fans del metal y el rock casi celebramos que se hable en un telediario, apenas medio minuto, de alguna noticia sobre la celebración de algún gran concierto (AC/DC, Iron Maiden, Guns ‘n Roses, etc.), casi siempre en Madrid y Barcelona. O que nos sorprendamos cuando sale algún tipo con pintas de freakie con alguna camiseta heavy en algún programa, o a hacer el gilipollas.
Bromas aparte, el rock y el metal siempre han estado olvidados. Solo hay que ver las cifras de los conciertos de este género dedicados por un programa como Los conciertos de radio 3. Porque muy de vez en cuando televisaban un concierto que no fuera indie o pop (¿quizás uno de cada cien?).
Hay que decir que grupos como Angelus Apatrida, Crisix, Stravaganzza, Killus, Aphonic, Dragonfly, Agoraphobia, Against the Waves, Saurom, Estirpe, Desakato, Topo, Porretas, Toundra, Saratoga, Berri Txarrak, O Funk Illo, Warcry, Somas Cure, Ópera Magna, Blackjack, Zenobia y alguno más que se me ha escapado, actuaron en los últimos cuatro años (sólo 22 de los más de 500 conciertos que dieron en estos últimos años).
También se realizó un reportaje en Cachitos de Hierro y Cromo sobre el Rock y el Heavy Metal. Aún así, el balance en estos últimos años es bastante pésimo, la verdad.
Pero estas últimas semanas ha sucedido algo bastante extraño, quizás una coincidencia, porque hemos podido ver en la parrilla televisiva como se entrevistaba a bandas como Berri Txarrak, Toundra o Dream Theater. A su vez, hemos visionado música en directo, en la televisión pública y a un horario decente, de grupos como The Hellacopters o Zeal & Ardor, y recientemente el prestigioso periodista Jon Sistiaga, junto a Joe Pérez-Orive, ha realizado un reportaje sobre los orígenes del black metal (llegando 25 años tarde).
Para los fans de esta música es un hecho insólito y que no queremos dejar pasar sin analizarlo.
En primer lugar, desde mi punto de vista, creo que era necesario que la televisión pública realizara un programa de música, con entrevistas, reportajes y sobre todo música en directo, como es La Hora Musa.
Ahora bien, no es oro todo lo que reluce, y el indie sigue acaparando casi todo el protagonismo. En diez programas, solo The Hellacopters, Zeal & Ardor y Santo Rostro (eso sí, tocando como base de hip-hop para el Tote King) han sido los únicos grupos invitados de este género y parece que las cifras van camino de parecerse a la de los conciertos de radio 3.
Respecto a las entrevistas del humorista David Broncano en La Resistencia, su trabajo refleja la mentalidad misma de la sociedad española, donde prima la ley del mínimo esfuerzo; alardeando el propio Broncano de no prepararse las entrevistas.
Otro fiel reflejo de la pura sociedad es el interés y el morbo por el el dinero que manejan los invitados. Sé que es una pregunta que se realiza en tono humorístico pero, sinceramente, creo que se pueden hacer preguntas mucho más interesantes.
El mejor ejemplo lo tenemos en la entrevista que le realizó a John Petrucci y James LaBrie de Dream Theater. Con una actitud propia de un adolescente tonto, apenas les pregunta sobre música (y eso que en teoría se declara fan de la banda y el grupo está en el programa para promocionar su nuevo trabajo). Les felicita por una balada del Metropolis pt.2 (un disco de 1999), The Spirit Carries On, quedándose los músicos estupefactos (los tipos se quedaron en plan “ah…Muy bien…. Muy bien….”); mientras la atmósfera de tensión/vergüenza ajena se conviertía en total.
El programa es de humor, pero creo que se podría hablar un poco más de música, o algo (por lo menos esa es mi opinión).
Otra cosa a desechar DE UNA VEZ POR TODAS es la idea de que hablar inglés mal es gracioso (pues no lo es, ni mucho menos). Algunas de las palabras y frases hechas empleadas por el “cómico” español contrastan fuertemente con la marcadamente nefasta pronunciación del idioma sajón; algo, sin duda, forzado a propósito en aras a una mayor “comicidad” que no alcanzamos a ver por ningún lado.
Vergonzosa “marca Ejpañia” de toda la vida.
Por último, debemos destacar el reportaje sobre el black metal que recientemente se emitió en la televisión de pago (#0 de Movistar). El prestigioso periodista Jon Sistiaga, acompañado por el experto musical Joe Pérez-Orive, nos muestra su lado más extremo y cómico en un viaje por Noruega, para descubrir a la sociedad española un fenómeno que ocurrió hace más de veinticinco años (con dos cojones).
Un reportaje donde nos muestra los orígenes del black metal, hablando sobre la influencia de Venom y contando la historia del Inner Circle. Centrándose en el morbo de los principios de Mayhem, con el suicidio de Dead, el asesinato de Euronymous a manos de Varg Vikernes y la quema de iglesias. Además de analizar como influyó la escena en la propia sociedad noruega.
También visita lugares que fueron clave en el nacimiento de esta escena, como la tienda de discos Helvete, la tumba de Oysten Aarseth (Euronymous) o algunas iglesias que fueron reconstruidas tras las fechorías de Vikernes. Y, a su vez, entrevista a personajes como Nina Nielsen, Gaahl o Necrobutcher, entre otros. Hasta se les puede ver en un concierto de Enslaved…
En principio, con esos ingredientes se puede “cocinar” un buen reportaje, pero los periodistas tiraron de su vena más cómica y teatrera para realizarlo (marca Ejpañia again). Además, es inexplicable como puede sonar Quiet Riot, Arcade Fire o Radiohead, en un programa dedicado al Black Metal. También aparece A-Ha, pero en este caso es una contextualización con lo que sonaba en ese momento en Noruega, cuando surgía el black metal.
Generalmente, se centra en todo el morbo de los suicidios y la muerte y prácticamente no habla de otros grupos que influyeron en la escena como Darkthrone, Satyricon o Immortal, por poner unos ejemplos. En mi opinión, hay ocasiones en las que parece que menosprecia este género.
Aunque, por otro lado, tiene momentos buenos y hasta épicos, como hacer sonar el Mysteriis Dom Sathanas delante de la tumba de Euronymous o visitar el sótano de la tienda de discos Helvete, donde está la mítica pintada de Black Metal.
Personalmente, creo que el hecho de que todos estos programas aparecieran en los últimos meses ha sido una casualidad. Parece que los pocos esfuerzos de la televisión por ofrecer programas de calidad sobre el rock y el metal son casi nulos. Porque los fans agradecemos que se emita material y contenido sobre la música que nos gusta, pero también exigimos ese mínimo de calidad.
En mi opinión, las cosas no cambian. La televisión siempre se ha movido y se moverá por el dinero y las modas y creo que la imagen que ofrecen sobre este género musical es puro postureo (como las camisetas metaleras en Inditex).
Cada vez veo menos la televisión y cada vez tengo más ganas de romperla. Porque tengo claro que si quiero información sobre grupos, conciertos o cualquier otro aspecto, ese no es el medio.
Fuck Television.
Stay Pelletier