Por fin se ha confirmado. El día de reyes, cual majestades llegados del lejano Oriente, Axl Rose, Slash y Duff McKagan hacían público que volverán a subirse juntos a un escenario 23 años después; ninguno de ellos porta corona, pero su reinado fue absoluto a finales de los 80 y principios de lo 90; no son magos, pero la increíble química que siempre han tenido sobre las tablas nos ha dejado para el recuerdo actuaciones realmente mágicas; tampoco se desplazan a lomos de un dromedario, pero seguro que en su momento se codearon con todos los camellos de la escena underground de Los Ángeles.
Después de meses de rumores, lo que ya era un secreto a voces, se confirmó de forma sorprendentemente austera y sin ningún tipo de ostentación. No nos engañemos, el que más y el que menos esperaba una presentación por todo lo alto: aparición en late night show de éxito, un “Sweet Child” y un “Paradise City” en directo, y emotivo abrazo final entre el pelirrojo y el chisteras sellando la paz definitivamente; todo muy americ-ANO.
Pero para bien o para mal, estamos hablando de los Guns N’ Roses, la banda de la que precisamente nunca puedes esperar que hagan lo que todo el mundo espera; cualidad que al mismo tiempo siempre ha contribuído a engrandecer su leyenda.
Así que al final, tweet de Axl, tweet de Slash, tweet de Duff, y confirmación en el festival californiano Coachella.
Sin ningún tipo de información sobre posibles fechas de una esperada gira mundial, ni siquiera un “line up” oficial además de los tres MIEMBROS ya mencionados, desde Pelletier Horror solo esperamos que el señor Rose sepa controlar su revoltoso ego, al menos hasta que tengamos la oportunidad de poder disfrutarlos por aquí cerca.
En cualquier caso, que a nadie le sorprenda lo que pueda pasar en los próximos meses. Estamos hablando de los Guns N’ Roses.