Cómo tardamos tanto en incluir a Paul Di’Anno (Pablo De Culo, si preferís) en esta, nuestra sección “Horror”?. “I don’t know”… , que diría Ozzy Osbourne…(otro que tiene plaza reservada por aquí desde hace décadas, también, por cierto…).

Ya en 1981 el bueno de Steve Harris se vio obligado a chimparlo de Maiden POR ENGENDRO, en 1991 se pasa una temporadita en la trena en las Englands por posesión de drogas y tenencia ilícita de armas (angelico…), se pasa largas temporadas girando por las Sudaméricas y “exiliado” en Brasil, donde vuelve a tener problemillas “legales” por el temita de las drogas y las armas, que parece ser que le molan, al chaval…

De la zona brasileña vuelve convertido en una especie de capo de la mafia de alguna favela chunga (que, con la coña, seguro que lo era…), resonso, lleno de tatuajes “talegueros” y con la pinta de hooligan que arrastró desde su juventud cobrando tintes inusitados. Un ful-anno con el que el sentido común dicta que es mejor no meterse, por lo que pueda pasar, vamos…

Entre 2002 y 2008 se dedica a darle el palo a las arcas de la Corona Británica, cobrando una pensión de invalidez porque “tenía jodido el nervio ciático y no podía trabajar” (según él), mientras seguía girando a tutiplén y saltando por los escen-arios de medio mundo, al mismo tiempo que llegaba a publicar en su propia página web vídeos de Youtube que atestiguaban su fraude (con dos cojones…).

Haciendo honor a su nombre, Di Anno le había estado dando por “La Casita de Tomás” a la reina Isabel II durante 6 años, fingando un total de 45000 libras esterlinas de las arcas públicas; hecho por el cual fue juzgado y condenado por fraude fiscal en 2011.

Mr “De Bul” se declara culpable y se le condena a pagar una multa y pasar 9 meses a la sombra. Después de cumplir poco más de dos meses en el talego, el elemento sale de nuevo en libertad…

A partir de ahí, el coleguita se dedica a seguir engordando y dar vergüenza tocando en tugurios de varios continentes, acompañado por bandas de mercenarios locales (sudacas, itali-anos, japos, españoles…).

En 2014, tiene la desfachatez de publicar un DVD, bajo el título de ‘The Beast Arises’, con un concierto en un pafeto de Cracovia (Polonia) en el que el cada vez más volumin-oso frontman, acompañado por los mercen-arios de turno, aparece completamente coqueto, olvidándose de las letras, sin cantar un carallo y dando un espectá-culo bochornoso, a la par que deleznable. Con dos cojones…

Creo recordar también un intento de gira por festivales con Blaze Bailey, en plan “los otros dos cantantes de Maiden”, pero bueno…; sin la mayor trascendencia en el cómputo global de la historia que nos atañe…

Pues bien….. Llegamos así a su última “fechoría”, que es la que me impulsó a escribir sobre él, en un principio (de hecho, iba a hablar sólo de ese hecho, pero al final me emocioné, ya que la delincuencia de personajes como Paul siempre me resultó simpática; rozando lo entrañable, si cabe).

El pa-sado 13 de marzo, Mr “The Beast” ofreció un recital en Tokai (Japolandia) sentado en una silla de ruedas. Hizo su entrada triunfal en la sillita y en ella se pasó todo el concierto, arropado por su banda de sicarios japos.

Al parecer, tiene una rodilla bastante escarallada, el dolor no le permite andar y está esperando una operación que no da llegado… (you know…). El caso es que el colega, cada vez más resonso, se pasa todo el concierto cantando desde la sillita (de Tomás), con una mesita al lado con sus piscolabis varios (H2O, whisky…..) y abusando en demasía, como de costumbre, del apoyo vocal del público en las partes más difíciles de los temas (parece que no le mola cansarse mucho, al tito Paul…).

El percal es que, tirando de “hemeroteca del metal”, nos encontramos con que el interfecto en cuestión lleva tirando del temita de la rodilla jodida desde 2012, cuando llegó a asegurar que en 2013 dejaría de girar, definitivamente, anunciando lo que iba a ser, a priori, su “final tour”.

Pues ahí tenéis, sin ir más lejos, la foto que encabeza este artí-culo… Está recogida durante la actuación de Di’Anno en el Rock Hard Festival 2015, en las Germani-ass. Como se puede apreciar en el gráfico, el que fuera vocalista durante la primera etapa de Iron Maiden, ya se hace el concierto sentado en su sillita y con cara evidente de no probarlo en absoluto.

A continuación, podéis ver el vídeo de su aparición estelar en Tokai, con los japos, sentadito en la silla de ruedas (como Grandma, “the old bitch”…), chasqueando los dedos en plan “ouyeah, beibe” y cantando medio “de aquella manera”, para variar… Y hasta tiene huevos de increpar a sus mercenarios japos de que no le están dando caña suficiente, tras los primeros temas, y les hace subir el volumen de las guitarras, argumentando que su voz “está más alta que ellos” (le daría vergüenza quedar en evidencia, al querubín?)……

El tema es que, en el anterior vídeo, el amigo pide disculpas al público por tocar sentado, comentando que no puede andar y está esperando por una operación, como si fuese algo puntual e inaudito; cuando la verdad es que sabemos que lleva desde 2012 con el tema y no era, ni de lejos, la primera vez que tocaba sentado…

Estaremos, quizás, ante un nuevo fraude del tito Pablo De’Culo?. Buscará la manera de “dar pena” al Imperio Británico, pasándose unos añitos de esa guisa para asegurarse la jubilación definitiva (“esta vez ya de verdad…”)?. Será verdad que la Seguridad Social inglesa funciona tan mal como para que el pobre engendro se tenga que pasar 4 años esperando por una operación de rodilla, sin poder andar?. Con qué nuevas y excitantes travesuras nos deleitará Paul “The Hool” Del Bul?.

Lo que está más que claro es que nos hallamos ante un elemento de cuidado, que no se anda con chiquitas y con el que es mejor llevarse bien. Un sujeto peligroso, un jeta que se las sabe todas y se la sopla todo, un animal, una BESTIA… Un auténtico hooligan, con más carretera a sus espaldas que galones de bourbon consumidos por la familia Sheen/Estevez a lo largo de varias generaciones (no lo prueban). Un eterno ‘enfant terrible’ que se hizo mayor y sus travesuras tornaron en felonías; rebelde sin más causa que la de seguir adelante sin esforzarse en demasía por conseguirlo. Un auténtico ENGENDRO de los que ya no quedan, vamos…

Recuerdo una ocasión en que un colega promotor, acostumbrado a montar giras de muchas bandas (algunas de ellas con auténticos delincuentes entre sus filas), me comentó lo siguiente:

“de todas las bandas con las que llevo hecho giras y bolos durante estos años, con el único que no volvería a trabajar NI DE COÑA es con Paul Di’Anno”

Bien hecho, Paul… Con dos cojones…

Stay Pelletier