La mañana del viernes no presagiaba nada bueno…
El cielo parecía caerse sobre nuestras cabezas, pero ahí estaban los Dioses, Lemmy y Dio, que hacia el mediodía usaron sus poderes para que el sol asomara. En cambio, la tarde de preparativos hacía presagiar algo grande. El campo de batalla, léase escenario, se erigía de espaldas hacia la “carballeira”; majestuoso, irradiando incertidumbre, curiosidad…
Con las primeras sombras, los cuatro contrincantes probaban sonido y nos dejaban pinceladas de lo que podríamos ver unas horas más tarde.
Después del banquete de rigor y con la noche bien entrada ya, las notas de Hells Bells comenzaron a sonar, nuestras cefas se giraron hacia el escenario y allí aparecieron los RIFF RAFF. Como todos sabéis, esta banda tributo a AC/DC cuenta en sus lineas con un frontman portentoso. Su desgarradora voz fue desgranando alguno de los temas más importantes de la banda australiana y a la media hora de concierto ya se tenía a todo el mundo ganado.
El escenario nos había entusiasmado y el sonido no se quedó atrás. Un muy buen equipo y un técnico que sabe lo que hace es garantía de éxito. T.N.T, Back in Black, Bad Boy Boogie… nos demostraban el buen hacer de estos chicos y los solos de su guitarrista, Tomás, junto con la poción mágica (no lo probamos), hacían que nuestros cuerpos se movieran, llegando incluso a algún intento de mosh pit. You Shoock Me All Night Long, Highway To Hell y Thunderstruck nos llevaron al final de un concierto en el que el respetable empezaba ya a hablar maravillas del festival.
Buen momento este para acercarnos a la barra… Tocaban los NAO: mucho discurso y pocas nueces…
Sus primeros temas coincidían con el momento en el que más gente había en el recinto y los chicos de Jasper fueron tocando los cortes de sus discos, entre arenga y arenga por parte del afamado frontman. Particularmente, no me gustan estos discursos en medio del concierto… Siempre he pensado que si un músico quiere protestar por algo, tiene que hacerlo con sus letras y su música, no emulando a los políticos; pero como siempre, es cuestión de gustos…. y el sentir de la gente, sobre todo de la más joven, no era como el mío…
Sin casi tiempo para respirar comenzaba ahora LA LEÑERA; otro tributo, en este caso a Leño, un grupo madri-leño desaparecido que contaba entre sus filas con un Rosendo Mercado muy jovencito.
El líder de LA LEÑERA, Conan Carmona, canta y toca como nadie los clásicos de la banda a la que tributan. Sin un set list fijo, cambiándolo en cada di-recto según les viene en gana, hicieron las delicias de los asistentes más puriles y mantuvieron con la boca abierta a los más jóvenes que, en muchos casos, se habían acercado a la barra en busca de la poción mágica.
Sí Señor, Sorprendente, Cucarachas…. un buen puñado de buenos temas, interpretados magistralmente por Conan y sus secuaces que, no en v-ano, llevan quince años tributando a los madrileños.
Una risa que recordaba mucho al cantante de Carabanchel nos metió de lleno en la última parte del di-recto… El oportunista, Este Madrid, Maneras de Vivir y finalmente Corre, Corre nos llevaban al final de un muy buen bolo… Para muchos, el mejor de la noche.
LLegábamos ya al punto final del festival y para cuando los Malkeda, amigos de está página (https://pelletierhorror.com/2016/06/01/entrevista-con-malkeda-los-pontevedreses-nos-hablan-de-su-nuevo-disco-cumulonimbo/), hicieron su aparición pocos éramos los que quedábamos ya en el recinto. Aún así, estos monstruos lo dieron todo!!. Cambio de batería, gastroenteritis, tocar a horas intempestivas…. Nada pudo con las ganas de la banda pontevedresa.
Cuando empezó a sonar Cuerdo, todos los asistentes nos dimos cuenta de que íbamos a ver un buen concierto… Checho no dejaba de saltar, el resto del grupo sonaba potente, muy potente, sacando el máximo rendimiento a los muchos Watios que más db´s había puesto a su disposición. Tras mi Piel, Revolución, Stellar y, cómo no, Cumulonimbo, el tema que da título a su último disco y que presentaron con dedicatoria. Una banda bastante desconocida en esta zona pero que rápidamente se ganó al respetable por su entrega, su mezcla de ritmos y las muchas sensaciones que transmiten desde las tablas. La Muerte Aguarda era como una premonición y Moco acababa con un recital que se nos hizo corto a muchos, aunque el tiempo no daba para más.
Resumiendo, un festival impecable en lo tocante a sonido, a grupos, a recinto y con el único pero de que podría haber más gente….
Decir también que todos los grupos se mostraron muy cercanos y al bajarse de las tablas se quedaron por el pueblo, interactuando con la gente y haciendo el mal por doquier…. Estrella ‘como si fora pa unha boda’, siguiendo la tradición de la Villa de Parga y mucha conversación…
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