HELLFEST DÍA 3.
Último día del Hellfest, una jornada cargada de grandes conciertos. Probablemente, sería la última vez que viéramos a BLACK SABBATH… Las energías ya empezaban a flaquear, así que decidimos tomarnos la mañana con calma. Después de ir al LeClerc a por hielos, hacer nuestra visita obligatoria a Fecoland, asearnos (floca-floca 2.0 style) y regular un poco el pH, entramos en el recinto.
Como el día prometía ser largo, decidimos echar un vistazo por el EXTREME MARKET. Allí te puedes encontrar la más amplia variedad de artículos y ropa relacionada con el metal, aunque el calor que hacía dentro de las enormes carpas, hizo que no nos paráramos mucho.
El tercer día de festival se hace duro, los festivaliers parecemos auténticos zombies, más propios de un capítulo de Walking Dead. Era común encontrarse a la peña sentada, tumbada o incluso dormida. Los caretos de tres días de fiesta se notaban ya en el personal.
Pero en el Hellfest la fiesta siempre está asegurada y te puedes encontrar diversos especímenes por el recinto que hacen que tu ánimo se venga arriba, eso sí, después de echarte unas buenas risas.
Después de dar una vuelta por el recinto, seguir regulando el pH y partirte el culo (a alguno se lo partieron de forma literal) con algunas escenitas, llegaba la hora de comer. Nuestro tradicional Wok Thay de fideos con verduras no podía faltar (ya empieza a ser una tradición entre los Pelletiers). Decidimos reposar la comida tumbándonos en el césped de la WARZONE, mientras veíamos el final de concierto de POWERTRIP. Pudimos disfrutar de temas como “Crossbreaker” o “The Hammer of Doubt”. La verdad que el crossover/thrash del quinteto tej-ano no suena nada mal, pero se notaba que la peña estaba cansaba y que reservaba fuerzas para la tarde-noche; nosotros incluidos.
Al finalizar el concierto pudimos ver a la torcida brasileña esperando el concierto de RATOS DE PORAO. Multitud de camisetas y banderas de Brasil aparecían por la WARZONE, pero no decidimos quedarnos. Otro gran concierto nos esperaba y había que ir pillando sitio para GOJIRA.
Menos mal que fuimos con un poco de tiempo, porque no cabía ni un alma. La cantidad de público que fue a ver a los de Bayonne era desmesurada.
Comenzó el concierto con Joe Duplantier tocando los primeros acordes de una intro a la que se fueron sumando los demás miembros del grupo, hasta que su hermano, Mario Duplantier, empezó a martillear su batería para comenzar una magnífica “Toxic Garbage Island”. Se palpaba en el ambiente que íbamos a presenciar algo grande. Aparecían las primeras bocanadas de fuego y las luces, pese a ser de día, se movían a un ritmo frenético, al igual que la gente de las primeras filas que empezaba a hacer los primeros pits.
Sin un segundo para respirar, los franceses nos deleitaban con “L’Enfant Sauvage” y un sonido espectacular se apoderaba del Val del Moine. Podía notar como me vibraban los pantalones cortos y el pichet, y es que aquella tarde presenciamos un verdadero terremoto sonoro. “The Heaviest Matter of the Universe” , de su segundo álbum From Mars to Sirius, era el siguiente tema. El bajista, Jean-Michel Labadie, no paraba de moverse, como suele ser habitual, y su cara, junto a la de su compañero, el guitarrista Christian Andreu, era de felicidad absoluta. Se podía ver por las pantallas en sus caras el dibujo de una sonrisa de aunténtico gozo.
Proseguían con “Silvera”, primer tema que interpretarían de su último disco, Magma. Un álbum que acababa de salir hacía tan sólo dos días, pero los fans de la banda ya lo habíamos escuchado y visionado hacía meses y lo disfrutamos como si lo lleváramos escuchando toda la vida.
Primera parada. Unos GOJIRA emocionados agradecían la masiva congregación de festivaliers para presenciar su concierto y es que ejercían de profetas en su tierra y en su festival, ya que era la cuarta vez (2006, 2009, 2013 y 2016) que tocaban en el HELLFEST. Era turno para otro tema de su nuevo álbum, “Stranded”, un gran tema que en directo suena brutal, la guitarra de Joe Duplantier nos hipnotizaba y hacía que se nos pusieran los pelos de punta.
Sonidos de ballenas voladoras, respirábamos un poco y “Flying Whales” hacía que miles y miles de personas empezaran a tocar las palmas al unísono, después saltaran y finalmente loquearan. La potencia de la pegada de Mario Duplantier penetraba hasta tu cerebelo… Un final de tema brutal, para que los propios GOJIRA fuesen en ese instante los que loqueaban, corriendo sin parar de moverse por el MAINSTAGE 1.
Llegaba el turno de un poco de old school con”Wisdom Comes”, de su segundo disco, The Link; auténtico Death Metal (añádele, a tu gusto, la categoría de progresivo). Paraban para que Joe Duplantier felicitara a su hermano por su cumpleaños y se llevara una enorme ovación por parte del respetable, cantando el Joyeux Anniversaire.
En la recta final de concierto, una enorme “Backbone” nos dejaba a todos patas arriba, acabando con un gran solo de batería. Siguieron con “Only Pain”, tercera concesión a su último disco (en mi opinión, el tema más flojo de un concierto que rozo la perfección). Como broche final, “Vacuity” fue la elegida para acabar. GOJIRA demostró que son los número uno en el país galo y que están en un escalón muy alto en el panorama internacional.
Después de vivir un auténtico conciertazo, fuimos a recargar pichets y a salir un poco de la marabunta de gente, porque a excepción de los conciertos de la noche, ningún show estuvo tan lleno como el de los franceses.
Nos dirigimos hacia el TEMPLE para ver el concierto del grupo de death metal melódico INSOMNIUM. Los finlandeses comenzaron con “The Primeval Dark” y “While We Sleep”, ambas de su último disco Shadows of the Dying Sun. En los últimos años, los de Joensuu han demostrado que son un grupo ya consolidado en este género, hecho que generó una gran expectación, se podía ver una carpa llena y eso que coincidían con grupos como BLIND GUARDIAN y KADAVAR.
De su último disco también pudimos disfrutar de “The Promethean Song”, aunque el disco del que más temas tocaron fue Above the Weeping World. Escuchamos “The Killjoy”, “Change of Heart”, “The Gale” y “Mortal Share”. Pero si hay un tema que destaca por encima de los demás es el extraordinario Down With the Sun, del disco Across the Dark; para mi el mejor tema del grupo.
http://concert.arte.tv/fr/insomnium-au-hellfest
Este sería el primer concierto que vería, de los tres consecutivos de grupos de la península escandinava. El siguiente sería el de los noruegos TAAKE. El hecho de que las carpas del TEMPLE y ALTAR estén conectadas, hace que no te pierdas ni un minuto entre concierto y concierto (podrías estar viendo conciertos de Death Metal y Black Metal desde las 10 de la mañana hasta las 2 de la madrugada sin parar).
Pocas cosas hay mejores que hacer un soleado día de domingo a las 6 de la tarde (bajo una carpa, eso sí), que ver un concierto de Black Metal en noruego. Hacía tiempo que tenía ganas de ver a TAAKE y no me defraudaron en absoluto. Ulvhedin Høst, más conocido como Hoest, desprende una energía monstruosa en el escenario. Con una voz de ultratumba desgarradora, está continuamente haciendo poses, gestos y miradas, propias de un verdadero demonio (o de un ser perturbado). Este auténtico personaje, bien rodeado de músicos de sesión para los directos, es el alma mater del grupo.
Destacaron temas como “Nordbundet”, “Fra vadested til vaandesmed”, “Orm”, “Nattestid Ser Porten Vid Part I” y “Myr”, donde se pudo ver al guitarrista Gjermund, tocar el banjo. Riffs demoledores, ritmos endiablados y voces superagresivas, hicieron que pasáramos una bonita y enternecedora tarde de Black Metal.
http://concert.arte.tv/fr/taake-au-hellfest
Al acabar, me quedé con ganas de volver al TEMPLE para ver a KATATONIA, pero nos dirigimos al MAINSTAGE 2, ya que se podía notar la cantidad de gente que había en el recinto. Tercer concierto seguido que veía de un grupo escandinavo y esta vez era el turno de los suecos AMON AMARTH.
Con una puesta en escena asombrosa, un drakkar en el escenario, encabezado por dos cabezas de dragón y diversos motivos vikingos, los suecos comenzaban a tocar la poderosa “The Pursuit of Vikings”, seguida por “As Loke Falls”. Un gran sonido hacía que te volviese a temblar la ropa y Johan Hegg, como sigue siendo habitual, demostró todo su enorme poderío vocal, a la vez de su gran capacidad como agitador de masas. El sueco es un gran frontman, eso es innegable.
Con “First Kill”, se formaron los primeros pits, y con “Cry of the Black Birds”, los guitarristas Johan Söderberg y Olavi Mikkonen nos maravillaron con esos riffs tan característicos del grupo de Tumba (buen nombre para una ciudad… Los suecos son heavies hasta para la toponimia).
Una enorme lona con la portada de su último disco Jomsviking, con un gigantesco vikingo en la tormenta, había aparecido en el escenario y salían las primeras bocanadas de fuego en “Death in Fire”.
La verdad es que, personalmente, la temática vikinga (cuernos, martillos, macho alfa hipertrofiado…) no es algo que me entusiasme demasiado, pero es indudable la calidad sonora de estos músicos en directo, y si además le añades una buena puesta en escena, hace que el di-recto de los suecos sea entretenido.
“Deceiver of the Gods”, “Runes to My Memory” y “War of the God” fueron los siguientes temas, hasta que los suecos hicieron un enorme brindis con sus cuernos, que hizo que todo festivalier presente en el Val de Moine alzara sus pichets y cuernos para brindar junto a ellos. Eran los prolegómenos de “Raise Your Horns “, tema de su último álbum. No sería la única vez que alzamos nuestros pichets.
“Guardians of Asgaard” y “Twilight of the Thunder God” fueron los dos últimos temas de unos AMON AMARTH, que cada vez demuestran que su poderoso directo está muy por encima de ser el grupito de moda de turno y que se han ganado a pulso, o a golpe de martillo, encabezar los más grandes festivales europeos.
http://concert.arte.tv/fr/amon-amarth-au-hellfest
Cada vez se veía más gente en los MAINSTAGES y no era para menos, porque los californi-anos MEGADETH iban a empezar su show. Habían cambiado el orden con sus compañeros de Big Four SLAYER. La misión de ir al W.C. y recargar el pichet se tornaba cada vez más complicada, esa fue la razón por la que desde lejos vi comenzar el concierto de Mustaine y compañía.
La intro de “Prince of Darkness” precedía a la genial “Hangar 18”, desde la lejanía se podía comprobar como el comienzo de los norteameric-anos no gozó del mejor sonido, más tarde mis compis pelletiers, que estaban situados en las primeras filas, me confirmaron que los primeros temas no sonaron con la mejor calidad.
“The Threat Is Real“, de su nuevo disco Dystopia, mejoraba un poco el sonido, aunque la voz de Mustaine, aún no sonaba del todo bien. El propio David Mustaine saludaba a los presentes y dedicaba “Tornado of Souls” al recientemente fallecido Nick Menza, ex-batería de la banda. Parecía que la cosa mejoraba un poco…
Se podía ver a Kiko Loureiro y Dirk Verbeuren integrados totalmente en la banda (a ver lo que duran) y el incombustible David Ellefson, fiel escudero y amigo de Mustaine, realizar unos buenos coros, sin dejar de corretear e intercambiar su puesto con su compañero Loureiro. De la nula movilidad de David Mustaine es mejor no hablar… Parece que tiene las botas pegadas al escenario y que dos pipas lo llevan en brazos hasta que se las calza y al acabar el show lo sacan y se lo llevan de nuevo (más o menos).
MEGADETH siguió con el binomio canción nueva/canción clásica, intercalando “Post American World” con “She-Wolf”, “Poisonous Shadow” con “Sweating Bullets” y “Dystopia” con “Trust”, la verdad que me parece una formula muy acertada, ya que poco a poco van metiendo temas nuevos, que pronto se convertirán en clásicos.
A continuación, pudimos presenciar uno de los momento más álgidos de la noche con “A Tout Le Monde”. Este himno, parte en francés, parte en inglés, hizo que un abarrotadísimo recinto cantara al unísono.
Recta final del concierto… He de reconocer que yo me fui hasta THE VALLEY para ver a los JANE´S ADDICTION, pero mis compis pelletiers, que no se perdieron un segundo del concierto de los thrashers, me comentaron que el final fue lo mejor de un concierto bastante flojo. “Fatal Illusion”, última concesión a su último disco, y clásicos como “Symphony of Destruction” , “Peace Sells” o la grandiosa “Holy Wars… The Punishment Due”, hizo que les dejara con un buen sabor de boca.
http://concert.arte.tv/fr/megadeth-au-hellfest
Como dije anteriormente, me escapé del concierto de MEGADETH para ir a THE VALLEY. La razón, ver a un grupo que es difícil de ver por estos lares e incluso por Europa. Además, los rumores de que al bueno de Perry Farrell le quedan dos telediarios, hacían que las ganas de ver a JANE´S ADDICTION fueran en aumento.
Una estructura metálica se erigía sobre el escenario. No fue difícil acercarme al centro de la carpa y, de pronto, sonaba la famosa frase que sirve como intro del gran disco Ritual de lo Habitual:
-“Señoras y Señores, nosotros tenemos más influencia con sus hijos que tu tiene, pero los queremos. Creado y regado de Los Angeles,.. JUANA´S ADICCION
Aparecían en escena los grandes JANE´S ADDICTION, acompañados de dos bailarinas. Eran los primeros acordes de “Stop!”, Perry Farrell salía a escena con botella de vino en mano (no lo lo prueba), su característica voz se hacía presente en el VALLEY, aunque no estaba en su mejor momento de forma, ya que me pareció que, por momentos, dejaba la letra a un lado para realizar uno de sus agudos gritos. Aún así, el público maravillado no dejó de saltar y cantar.
Prosiguieron con “No One’s Leaving” y “Ain’t No Right”, también del álbum Ritual de lo Habitual. Dave Navarro nos empezaba a dejar maravillados con sus solos y con esa forma tan peculiar que tiene de tocar su guitarra. Mientras las bailarinas hacían una especie de baile-performance por las estructuras metálicas, practicando poses y gestos sensuales. Todo muy bizarro…
Dave Navarro, ya con su atuendo habitual, con sombrero y sin camiseta, mostrando sus tatoos (parece que sus 49 años no han pasado factura en él y eso que tuvo bastantes coqueteos con la heroína), empezaba a tocar las primeras notas de la maravillosa “Three Days”; acompañado del que fuera bajista de Alanis Morissette, Chris Chaney y del batería Stephen Perkins, comenzaban la orgía musical. Un Farrell más centrado hacía que nuestras neuronas llegaran a un auténtico éxtasis y no era por los movimientos sensuales de las bailarinas, si no porque este temazo hacía que nos empapáramos de gozo y desenfreno. Estábamos en pleno bukakke musical, donde las notas llegaban a nosotros cuan líquido del deseo.
Con los pelos de punta y temblorosos después de este orgasmo armónico, los californi-anos nos deleitaron con “Just Because”, del disco Strays, para seguir con la última canción que tocarían de Ritual de lo Habitual, en este caso Been Caught Stealing, donde Navarro y Farrell nos brindaron un duelo guitarro-vocalístico, que nos recordó a sus mejores tiempos.
Recta final: otras dos bailarinas más salían a escena, en este caso para colgarse un cable de la espalda (de la piel) y “volar” al ritmo de “Mountain Song”. El espectáculo era increíble, las performances columpiándose con este maravilloso tema de su segundo larga duración Nothing’s Shocking. De ese mismo disco tocaron “Ted, Just Admit It…”, para acabar con “Jane Says”. Unos JANE´S ADDICTION agradecidos de la gran acogida se despedían del HELLFEST y de su gira europea, dejando muy buenas sensaciones entre el personal, entre los que me incluyo, obviamente.
No había tiempo que perder… GHOST ya había empezado hacía media hora y había que ir pillando sitio para BLACK SABBATH. Pese a llegar tarde al concierto del PAPA, como los Pelletiers tenemos ojos en casi todos los sitios (ten cuidado, un Pelletier puede estar acechándote, sobre todo si estás cerca de una barra), mis compañeros me contaron con pelos y señales todo lo acontecido en el concierto.
GHOST empezó su concierto tras su intro “Miserere mei, Deus” y la gran “Masked Ball” obra del compositor Jocelyn Pook, más conocida por ser la banda sonora de Eyes Wide Shut. Los suecos (yo creo que a estas altura de la película ya sabemos la identidad de los miembros) empezaron con “Spirit”, de su último y gran álbum Meliora (lo incluimos en los 20 discos del 2015).
Los Nameless Ghouls (como se conoce a los 5 instrumentistas de la banda), salieron a escena ataviados con ese traje negro y enfundados con esa máscara dorada de servidor de satán que tanto les caracteriza; pero el centro de las miradas estoy seguro que fue para Papa Emeritus III. Sus ropajes, la mitra papal anticristiana, su cara cubierta por pintura (en realidad es una máscara que le cubre toda la cabeza), todo ello sumado a su enorme poderío vocal, hizo que miles y miles de devotas y devotos se quedaran anonadados con la imagen de nuestro querido y adorado PAPA.
“From the Pinnacle to the Pit”, también de su disco Meliora, sería su segunda canción. Todo sonaba perfecto, mientras caía la noche sobre el Val de Moine (Clisson). Las luces dotaban, aún más si cabe, de un misticismo propio de un gran show. El PAPA saludaba a los presentes, cuidando cada palabra, cada gesto y presentando a las Sister of Sin (las monjas del mal), avisando a los presentes que se cortaran a la hora de realizar tocamientos a las rapazas (más propios de cromagnones sanfermineros. La comunidad metalera nunca haría algo así) e invitando a las primeras filas a beber su sangre (un buen tintorro), para presentar el tema “Body and Blood”.
A continuación, los Nameless Ghouls deleitaban a los presentes con la instrumental “Devil Church”, introducción para “Cirice”, donde vimos al PAPA ataviado con un traje más “sport”. En ese momento, llegaba para presenciar el concierto, aunque decidí quedarme en el MAINSTAGE 1, en vez de ir al dos; quería tener un sitio privilegiado para BLACK SABBATH. En ese momento pude gozar de ese misticismo que desprendía GHOST, una puesta en escena muy cuidada y un sonido impresionante.
El comienzo de “Year Zero” fue épico. El público jadeó al escuchar las primeras letras y todos cantamos y bailamos al son de este tema. Sólo nos faltó hacer una conga (como la que hicimos alrededor del PAPA en Oporto. Esa historia será contada en PELLETIER HORROR). Los suecos se llevaron una gran ovación, y la noche ya se apoderaba del recinto del HELLFEST.
“Spöksonat” servía de introducción para “He Is”, otro tema de su último disco. La comunión del grupo con el público se hizo presente. Miles y miles de personas cantamos esta magnífica canción. El PAPA seguía cuidando cada gesto; tanto aplaudía a un Nameless Ghoul despues de un solo de guitarra, como movía su mano al son de la música, o mandaba besos al público mientras agradecía en francés la enorme ovación.
“Absolution” y “Mummy Dust”, también del álbum Meliora, continuaban un show que llegaba a sus instantes finales. Un grupo que basa casi todo su set list en los temas del nuevo álbum tiene que estar seguro de que tiene un discazo, como así es. Pudimos ver el gran momento de forma en los que se encuentran los suecos, realizando uno de los mejores conciertos del festival.
Pero aún no había acabado. Papa Emeritus III se dirigía a los presentes, preguntándonos como nos sentíamos y hablándonos del orgasmo, de su significado en sus tiempos e invitando a celebrar a todos los presentes lo maravilloso que es llegar a ese momento de éxtasis. Dos Sister of Sin acompañaron al PAPA hasta las primeras filas para repartir condones entre la peña. El propio PAPA se llevó un baño de masas saludando a las primeras filas, mientras cantaba “Monstrance Clock” y, de repente, el momentazo del festival: salían a escena más Sister of Sin y un grupo de niños para cantar los coros de la que sería su última canción. Un espectáculo pirotécnico ponía el broche final a un auténtico conciertazo. GHOST se consolidaban como uno de los grupos con mejor directo dentro del panorama metalero internacional.
Después de llegar al orgasmo con GHOST, mis años de experiencia en el festival hacían que tuviera un sitio privilegiado para ver a BLACK SABBATH. De allí nadie me iba a mover.
Medianoche sobre Clisson y en el escenario que estaba totalmente oscuro, con una gran pantalla, aparecían unas imágenes, más propias de un videojuego. El diablo violeta, símbolo de la banda, cobraba vida para echar llamaradas de fuego y anunciar a los más grandes: BLACK SABBATH.
Sonaba la lluvia y las campanas por los altavoces del MAINSTAGE 1, los de Birminghan iban a comenzar el que probablemente fuera su último show en el festival francés con su canción homónima. Un Ozzy Osbourne muy centrado, donde parecía que los años no habían pasado por su voz, empezaba a regalarnos las primeras estrofas de ese misterioso y gran tema.
Creo que empezar con “Black Sabbath” fue la mejor declaración de intenciones de lo que estaba por llegar.
“Fairies Wear Boots” , del álbum Paranoid (1970), sería el siguiente tema. Quizás se viera al bueno de Tony Iommi con una marcha menos, un punto más lento, pero a sus 68 años, sus magníficos punteos no dejan de sorprendernos. No sabías a donde mirar: al grupo, a las pantallas, a toda la peña loqueando… no parabas de flotar; eran y son los más grandes.
“After Forever” e “Into the Void”, ambas del Master of Reality, tercer álbum de estudio de los ingleses, dejaban patente el ESPECTÁCULO que estábamos viendo. La base rítmica compuesta por el gran Geezer Butler al bajo y Tommy Clufetos a la batería, sonaba atronadora, Ozzy no hacía el tonto y se dedicaba a cantar y Mr. Iommi hacía que miles y miles de personas practicáramos el Air Guitar al unísono.
Ni un segundo de respiro y eso que en teoría estos tipos estaban de gira final, “Snowblind” nos ponía a dar palmas y a saltar y con “War Pigs” todos cantamos. No dejaba de sonar un himno tras otro. Probablemente fuera el concierto de mi vida…
Se dieron un respiro antes de “Behind the Wall of Sleep”… No era para menos. Las ganas de beber una cerveza fría se acentuaban, pero estando en medio de toda la marabunta a dónde te ibas a ir?. En ese momento todo ya daba igual… Sólo querías seguir disfrutando del show. Lucifer te daba la mano y a bailar “N.I.B.”.
Ya estábamos en la recta final… Era el turno para “Rat Salad”, con solo de batería de Tommy Clufetos incluido y para la grandiosa “Iron Man”.
Pero esto aún no había acabado… “Dirty Women” y “Children of the Grave” eran el final a un gran show. Pero queríamos más, sabíamos que quedaba algo y así fue, “Paranoid” era la elegida para hacer un último bis de un concierto que marcaría un antes y después en nuestras vidas a todos los presentes.
La sensación que se te queda después de asistir al que probablemente sea el último concierto que veas de BLACK SABBATH es indescriptible. Aún quedaba Mr. KING DIAMOND, pero mis fuerzas y energías ya no daban para más. Tres días increibles, horas y horas de grandes conciertos, litros y litros de cerveza bebida y los 1200 km. que nos separaban de Galicia y que había que conducir al día siguiente, hacían que un servidor se retirara a sus aposentos; eso sí, pensando ya en la edición del año que viene.
Nos vemos en el Hellfest 2017.
Stay Pelletier
@PelletierHorror
@SantiPelletier
Pingback: 25 DISCOS DE 2016 QUE DEBES ESCUCHAR. |