Hay niveles…
Se puede montar un festival por todo lo alto desde la nada, se pueden traer muchas y muy buenas bandas, se puede localizar en un sitio céntrico del país, se pueden hacer muchas cosas, pero siempre faltará algo…
Faltará haber crecido gracias al cariño de un grupo de chavales, al cariño de un pueblo, al cariño hacia la música y, más concretamente, a un estilo musical y a todo hijo de padre que prodigue el mismo amor.
Faltará el respeto por el visitante, el ambiente familiar de las grandes citas, el haber visto crecer, año tras año, al monstruo en el que caben niños, padres y abuelos.
Ese es uno de los motivos por los que, a mí parecer, la organización del Resu estaba tan tranquila, mientras otros festis nacionales anunciaban supergrupos, últimas giras, giras reencuentro,… etc…
Pero un gran festival no se hace en un día y nuestros amigos tenían atadas ya a algunas de las bandas más granadas del panorama mundial, para callar bocas.
Kiss eran una de las bandas que mas sonaban en los mentideros cercanos al pueblo mariñano de Viveiro y el tiempo dio la razón a esas habladurías. Los americanos aterrizarán por primera vez en Galicia para mostrarnos su espectáculo y continuar con el camino iniciado en Viveiro por bandas como IRON MAIDEN, Rammstein o Sabaton. Platos en los que la música se combina con un show mastodóntico, en lo tocante a iluminación y a atrezzo.
Pero Gene Simmons y sus secuaces no serán los únicos que pondrán la nota variopinta en Viveiro; a ellos se le suma el Pirate Metal de Alestorm, el francés Igorr, o los catalanes Imperial Jade, cargados de influencias de los 70, tanto para su Rock como para sus vestimentas.
Los incombustibles Scorpions pondrán la nota romántica (el amor está sobrevalorado, pero el sexo es justo y necesario) y nos traerán las baladas con las que todos nos enamoramos mil veces.
La banda más tranquila de Corey Taylor (vocalista de Slipknot) ayudará con su Hard Rock a la labor que los Scorpions comenzaron y, además, nos presentarán nuevo disco.
Pero el mal acecha cada hora, cada segundo, en cada uno de los escenarios o en cada bar, en cada mirada lasciva o en cada litro de cerveza que nos tomaremos. Para crear este ambiente, nada mejor que una de las bandas con las que se inició todo, los culpables de que Belcebú regresara, “os que abriron a lata da que nunca deixaremos de zugar”: Thomas Lindberg y sus esbirros, mejor conocidos por At The Gates. Tuve el placer de verles en alguna ocasión y, creedme, no os arrepentiréis, Insensatos!!!
Más Death lo pondrán bandas como Suffocation, pero no solo este estilo completará la oferta más extrema del festival, si no que nuestro bien amado Thrash también estará presente y, como siempre, el Resurrection apuesta por la calidad, con formaciones como Exodus, o los siempre increíbles Overkill.
Ellsworth y sus huestes llevan desde 1980 dándolo todo en cada escenario y esta vez no va a ser menos. Podremos disfrutar de riffs rápidos y cortantes y un doble bombo de alta escuela . Este será uno de los atractivos, ver si Jason Bittner está a la altura, después de haber sustituido a Ron Lipnicki a los parches.
Esto ya no es poco, pero el festi mariñano no se olvida de sus raíces y el metalcore estará presente en esta edición, con bandas como Rotten Sound, Stick Of Your Guns o Leprous.
Aparte de todo esto habrá un gran elenco de bandas nacionales que no desmerecerán para nada en medio de tremendas bestias. Aposento, Bloodhunter o los antes citados Imperial Jade son algunos de los nombres confirmados.
Decorados bonitos y cuidados, amabilidad por doquier, trasladarte a una verdadera fiesta en el infierno, amor por la calidad musical… Todo esto puede achacársele al mejor festival nacional y los Pelletier estaremos allí, como siempre, para que nadie se vaya a casa sin haber hecho el mal durante todo el fin de semana.
STAY PELLETIER, perros!!! Vuestro Dios está aquí: el RESURRECTION FEST 2018.
@PelletierHorror
@redgra