17 de Octubre de 1993, 03:30 A.M., en una carretera de Florida (en USA, no en Vigo) fallecía en un accidente de tráfico Criss Oliva, uno de los mejores y más infravalorados guitarristas que el metal nos regaló.
Compositor principal, junto a su rechoncho hermano Jon, de la mítica banda de culto Savatage; 25 años después de su pequeño problema de muerte, desde Pelletier Horror queremos dedicarle unas líneas (no las preferidas de su hermano Jon, pero bien valen).
Criss era el menor de 4 hermanos en una familia acomodada de Tampa y se le describe como bastante consentido y que conseguía de sus padres todo lo que quería (excepto el bocata de la merienda, que siempre se lo “jalaba” su herm-ano; algo que a simple vista se comprueba como verdad absoluta).
La guitarra era su pasión y en el año ’79 (tenía 16) forma junto a su hermano y su colega del “insti” Steve “Doc” Walcholz (batería) su primera banda, Avatar, que comenzó como banda de covers de Sabbath, Purple y Kiss. Poco después, introducen en la banda al bajista Keith “Thumper” Collins. A este engendro, bastante mayor que ellos, que ni siquiera era bajista sino guitarrista, lo meten porque poseía su propia P.A., además de un 4 pistas, con lo que sus virtudes como músico eran secundari-ass. Además, tenía un bigotón estilo Hulk Hogan, con lo que la decisión solo podía ser un acierto.
Tras ensayos en una casita de madera situada en el patio de la familia “aceituna”, conocida en el barrio como “The Pit”, consiguen su primer contrato discográfico y, cuando estaba todo listo para la impresión del art-work, reciben una llamada de la discográfica.
Básicamente, ya había una banda en Europa con el nombre Avatar y debían cambiarlo esa misma noche, porque el proceso de impresión no podía retrasarse. Deciden combinar Avatar con Savage y así nació Savatage.
Su primer LP, ” Sirens”, sale en el 83 (discazo), con estos 4 personajes formando el line-up también de su siguiente trabajo, “The Dungeons are Calling”, un EP grabado simultaneámente a “Sirens” en sólo 3 días en total, ambos, en los míticos Morrisound Studios de Tampa . Aquí comenzarían los problemas que derivarían posteriormente en la expulsión de Keith de la banda porque, como él mismo reconoció, no era capaz de tocar lo que los hermanos Oliva componían para las 4 cuerdas. Eso no le impidió seguir ligado al metal como ingeniero de sonido y productor por un tiempo, para luego pasar a ser escritor para la revista “Spin” durante décadas. También creó los Tampa Metal Awards, en los que con sus dos cojones se introdujo en el Hall Of Fame de primero, siendo los segundos Savatage, y es que cuando rockeas con ese bigotón tienes que ser un fenómeno. Desde aquí lo a-poya-mos, sin duda, (lo cierto y es que teniendo que ser de Florida para ser inducido y durando menos de un lustro tal invento, la gente que entró en ese Hall Of Fame es mejor que la mitad de los que están en el Hall Of Fame del rock ese de Cleveland, donde hay raperos, pero Judas Priest no son dignos).
Tras pequeñas giras por los “yuesei” y Europa sacan su tercer disco , “Power of the Night”, y su ascenso continua tanto a nivel artístico como de exposición medi-áttica. En este momento, Savatage, en los que básicamente componían todo Criss y Jon, eran una banda muy clásica, dentro de los parámetros metálicos; bastante similar a muchas de las que conformaban la N.W.O.B.H.M (no hace falta que pongamos el significado de este acrónimo, ¿verdad?), bastante lejos todavía de sus posteriores derroteros.
Al acabar la gira americana de este trabajo es cuando largan al bajista y entra en la banda el rubiales John Lee Middleton, que no estaba nada seguro de aceptar la propuesta, pero cuando se entera de que era para girar por Europa con Motörhead, aceptó instantáneamente. En esa gira, Jon cabreo sobremanera a Lemmy, como luego haría también con Mustaine.
De vuelta a Estados Unidos, reciben la noticia de que su manager les ha hecho la 13/14, dejándolos tirados y robándoles 3 millones de dólares (en palabras de Jon), con lo que se convierten en prácticamente vagabundos, volviendo los 3 miembros originales a casa de sus padres y el nuevo bajista no sabiendo que esperar.
Para mejorar la situación, la discográfica les propone escribir canciones para otros artistas pop-rock, como John Waite . Ante la posibilidad de cobrar royalties de artistas más famosos, acceden. El problema viene cuando les enseñan sus composiciones a la compañía y les responden que vaya discazo van a sacar Savatage con tales canciones. Al principio, Criss y Jon se niegan, pero tras promesas de convertirlos en millonarios y ser los nuevos Journey, los Oliva acceden y sacan “Fight for the rock”, al que ellos se refieren como “fight for the nightmare”. No tocan un tema de este disco en directo desde el año ’89 y reniegan de él, como esos black metaleros que todos conocemos reniegan de algunos discos que tienen por casa de antes de que la malignidad de la niebla noruega los poseyese.
El disco produce rechazo entre sus fans, sobre todo europeos, que es donde mayor popularidad tenían Savatage en ese momento, y pasan por momentos difíciles.
Al acabar las consecuentes giras, deciden grabar su siguiente trabajo, una especie de vuelta a los orígenes, y conocen además a Paul O´Neill, el que sería su productor de siempre, a partir de ese momento, y miembro en la sombra a nivel compositivo.
Cabe destacar que esto de tener miembros en la sombra es algo que Savatage siempre abrazó, puesto que su segundo guitarrista, Chris Caffery, hizo varias giras como guitarrista rítmico de la banda tocando escondido detrás del escen-ario, hasta que finalmente el engendro de Criss le dejó tocar a su lado, enfrente al público.
Con O’Neill paren el “Hall of the mountain King”, su mejor y más exitoso disco en ese momento. Incluso aparecen videoclips suyos en la entonces todopoderosa MTV (para los más jóvenes, decir que en ese entonces solo ponían “música”, en ese canal). Las cosas iban mejorando y Criss y sus Savatage se encaraban como una de las bandas a seguir en el metal a finales de los ’80
Su siguiente esfuerzo artístico sería “Gutter Ballet”, en donde ya daban rienda suelta a ese estilo más operístico que hoy en día les caracteriza, pero que en ese momento fue una novedad; algo que no sorprende, puesto que originariamente iba a ser un disco basado en la obra de teatro “El fantasma de la opera”. Su ascenso en popularidad sigue y giran con la crême dela crême del metal, como una gira en la que abrían para Dio y Megadeth.
Decir que de esta gira es Mustaine quien los larga a mitad de la misma y eso que Jon era su coleguilla de troperi-ass. Sin embargo, al acabar la gira, el malogrado Criss recibe la llamada del pelirrojo para que se una a los megamuerte, porque acababa de darle el finiquito a Jeff Young por tirarle los trastos, supuestamente, a su novia.
Criss se niega, viendo que su banda va a más, que no quiere abandonar a su hermano (Dimebag Darrel hace exactamente lo mismo semanas después) y porque… ¿Quién cojones quiere aguantar al Mustaine?.
En ese momento, entran a grabar “Streets”, ópera rock conceptual sobre un músico y su ascenso y descenso a los infiernos, basada en la vida de su hermano Jon, que ya tenía experiencias varias en distintos centros de desintoxicación. De nuevo “exitazo “ y vuelta a la carretera, esta vez siendo el cabeza de cartel. Jon sigue en las suyas y decide “abandonar” la banda, ya que sus experiencias en la carretera son orgi-ass de Big Macs, drogas de todo tipo y desfases varios y no se ve capaz de dejar el alcohol (y otras sustanci-ass, Jon, que no nacimos ayer…) saliendo de gira.
De nuevo, Savatage estaban en un cruce de caminos complicado, porque aunque Jon seguía componiendo, habían perdido a su cantante, y todos sabemos lo bien que suelen resultar estos cambios. Criss decide que hay que seguir adelante con otro cantante y su técnico de guitarra (y colega del barrio) le presenta a Zak Stevens, que se convertiría en el nuevo cantante.
Lo inesperado sucede y su siguiente disco (último de Criss y único donde Jon no canta absolutamente nada, aunque sí que toca) aparece en las estanterías de las tiendas de música, que entonces abundaban, igual que los videoclubs, y consiguen los mejores números de ventas. Estamos hablando, obviamente, de Edge Of Thorns (personalmente mi favorito) y la MTV se rinde a ellos, donde sus vídeos aparecen constantemente (el hecho de cambiar al jórribol del Jon por el entonces mojabragas de Zak, con temas como “Sleep”, ayudó mucho).
Ayuda tanto que giran en Europa por estadios, abriendo para John Francis Bongiovi Jr. y sus asalariados en la gira “Keep the Faith”. Por fin, Criss lo había conseguido: su paso al rock/metal mainstream era un hecho, vendían más que nunca, giraban por estadios abriendo para una de las estrellas más grandes del panorama musical (ni siquiera del rock) y les esperaba una gira por su América natal como cabezas de cartel al volver del viejo continente (hoy en día Carrefour). Además y viendo el éxito conseguido, su hermano Jon había vuelto al redil, por lo cual el grupo se convirtió en un sex-teto (tú te agachas y Jon…), con la mejor formación que tuvieron nunca.
En medio de la parada entre gira y gira, Criss decide ir a un festival a escasos kilómetros de su casa de Tampa: el “Livestorm festival” en Zephyrhills. Volviendo del mismo, en su coche deportivo con su esposa Dawn (que es la modelo del cuerpo que aparece en ese último disco de su marido), se les cruza en su carril un tipo que choca frontalmente con ellos. Criss muere instantáneamente y le sobrevive su mujer, aunque por los pelos, todo hay que decirlo. Ese conductor, que había sido detenido 7 veces anteriormente por conducir borracho, también le había dado al alpiste esa noche.
Tras esto, el batería y su mejor colega desde tiempos del High School deja la banda y, prácticamente, la banda desaparece. En la discográfica no estaban contentos con esto, ya que en su momento de mayor apogeo y con una muerte de por medio, veían dólares por todos lados; así que chantajean a Jon Oliva, diciéndole que vuelva él a tocar la guitarra en lugar de su hermano (porque, según ellos, la mancha de una Oliva con otra se quita), o retiran todos los discos de Savatage de su catálogo y, además, nunca publicarían su proyecto “Doctor Butcher”, el cual ya había firmado por dicha discográfica con otros miembros de Savatage, como Chris Caffery, en él.
A regañadientes, accede y ese 23 de Noviembre hacen un concierto en homenaje a Criss en el que nadie tocó la guitarra, presidiendo la actuación la mítica White Charvel Predator.
Otros tributos se suceden como el tema “R.I.P. (undone)” de Overkill, o los discos “Low” de Testament y “World of mouth” de Vicious Rumours, que están dedicados a la figura responsable de estas letras. Ya nada sería igual y, aunque Savatage se mantuvieron en activo hasta comienzos de siglo y con algunos discos buenos (“Handfull of rain”, sin duda, el más recomendable), ya nada sería lo mismo, pasando a ser Savatage un proyecto paralelo de la Trans Siberian Orchestra, hasta su desaparición, con la grandiosa excepción de su bolo en el Wacken 2015.
Como nota curiosa, decir que el primer concierto sin Criss, en Japón, está grabado y editado en su momento en VHS, con el nombre de “Savatage. Live in Japan ’94”, con Alex Skolnick y su mechón blanco a las guitarras y Jeff Plate (batería del anterior grupo de Zak Stevens ) a los parches.
La duda que siempre nos quedará es la de saber, con Criss vivo, dónde habrían llegado los Savatage, cuál sería su estatus actual dentro del panorama metálico y con qué nuevos solos magistrales, únicamente al alcance de los mejores hachas de la Historia, nos habría deleitado; uniéndose así al club de Jimi Hendrix o Randy Rhoads.
Stay Pelletier