Vaaamos allá con dos engendros de aúpa que me acaban de alegrar el día…. jajaja….. Nada menos que los señores Nicolas Cage y Vince Neil, los cuales es bien sabido que no lo prueban en absoluto; aunque quizás no tanto que, en ocasiones, gustan de hacerlo en amor y compañía… (aunque sólo sea para alegrar nuestra divertida sección “Horror”)
Pues resulta que los dos elementos protagonizaron recientemente un altercado mientras estaban de ronin en las inmediaciones de un casino de Las Vegas, con síntomas evidentes de IR COQUETOS PERDIDOS, (coma) joder…
Es más… En mi opinión, creo que es más que probable que estemos hablando de todo un señor “reenganche”, inclusive; por la pinta que tienen, tanto ellos, como el percal, en general… Es de día y los dos van en el aire, como auténticos pelexos; lo cual me hace pensar que, estando más que contrastado que ambos son unos experimentados bebedores, es bastante probable que llevaran privando desde la noche anterior, “dándolo todo”.
Al parecer, una fan se acercó a Nicolas Cage a pedirle un autógrafo, el ex-vocalista de Mötley Crüe (que cada vez se parece más a Carmen de Mairena) sintió que debía defender a su compinche ante tal afrenta y decidió agredir a la mujer en cuestión, abalanzándose sobre ella por detrás (en la Casita de Tomás), cogiéndola del pelo y tirándola al suelo.
Esto no pareció agradar en demasía al sobrino de Francis Ford Coppola (sí, lo es…) que, como si de una de sus “magistrales” actuaciones de tratara (o tratase) empezó a gritar a su resonso coleguita que “parara inmediatamente con esa mierda”, para después hacerle una suerte de placaje en clave etílica, con un “happy end” de susurros al oído de “I love you, man” de lo más romántico…
En fin….jajaja…. Como dirían Mec-ano (sólo pronunciar su nombre me produce un escalofrío por la espina dorsal): “Nada tiene de especiaaal……. Dos coqueeetos que lo haceen dee jórriboooooool…..”.
La verdad es que el ver esa estampa de borrachuzos trasnochados de libro, con el Nicholas Cage descamisado, con las gafas de Elvis, el otro como una abrótega, medio “de sport”, con la coleta mal hecha….. ; abrazándose y hablándose al oído, en plan: “sabes que te quiero bien, meeeeeu…”……, recrea en mí sensaciones que viajan entre lo entrañable y lo poético, sin desmerecer el cierto halo de patetismo que desprende el ver una escena de este tipo desde fuera, sin formar parte de la misma y sin ir como una trepia tú también, claro está…
“La extraña pareja se va de ronin y lo hace mal”, podría ser el título de la película. Pagaría por verla, sin duda.
Stay Pelletier