Hay veces que vas a un concierto y vuelves después de un conciertazo, otras veces vas a un conciertazo y lo mejor es la rubia de la cuarta fila (o la de los litretes); pero otras veces, las menos, vas… y en el camino de vuelta te sientes Freddie Mercury, Ronnie James Dio o cualquiera de los grandes frontmen que la historia nos ha dejado…
Pocos artistas son capaces de hacernos sentir así; el jueves, 6 de octubre de 2016, ví a uno de ellos…
Llegaba a la compostelana Sala Malatesta Michael Monroe, sobradamente conocido, sobre todo, por su época en Hanoi Rocks.
Unas birras y un poco de conversación antes del momentazo… Hacen?
Como viene siendo habitual en los últimos bolos, el frontman finés saltó al escenario bajo los acordes de This Ain´t no Love Song, tema que pertenece a su último trabajo, Blackout States, al igual que el siguiente, Old´s King Road, con el que pretendía anticiparnos una pequeña parte del gran show que íbamos a contemplar.
Desde este primer momento vimos a toda la banda muy comprometida, pasándoselo bien y sabiendo que estaban tocando para el lucimiento de uno de los mejores showman del Rock and Roll actual (y no tan actual).
Trick Of The Wrist nos acercaba al primer himno de la noche, ´78, durante el cual el respetable hizo llegar al finés ese calor que todo artista necesita para hacer un gran show. Michael se lo estaba mereciendo: mil saltos, mucha interacción con el público de las primeras filas y un bombo que no sé como aguantó toda la noche…; y no solo porque Karl Rovsquit estuviera maltratándolo con tanto golpe, sino porque el artista de Helsinki no dejó de subirse a él para hacer múltiples acrobacias.
Man With No Eyes, uno de los clásicos de su carrera como MM, vino después de Ballad Of Lower East Side.
Los amantes de la primera época del finés estuvimos a punto de dejarnos nuestras gargantas al sonar Malibú Beach Nightmare… Llegaba el momento del primer tema de Hanoi Rocks, banda de Glam Metal y Hard Rock hartamente recordada y admirada por todos los presentes y también por muchas de las grandes bandas de los ’80 y ’90; véase Guns N’ Roses, L.A. Guns, Skid Row y muchas más…
Sami Yaffa, bajista que lleva toda la vida con Michael, y el resto de la banda alargaron este tema por si el respetable necesitaba algo más para adorar al ídolo de Helsinki; algo totalmente innecesario, pero que la gente supo apreciar, aplaudiendo y vitoreando al que fuera bajista de Hanoi Rocks desde ese momento hasta el final del bolo.
Multi-instrumentista, tocando desde la armónica hasta el saxofón, el rubio frontman que viene del hielo no cesaba de explorar todos los rincones del escenario ( y aledaños), haciéndonos temer varias veces por su físico… Y es que ya no es un niño, el colega!!!
Hablando de todo un poco…. No nos hemos acercado aún a la barra??? Puto Monroe, que no nos ha dado tiempo ni a acercarnos a regular el pH!!! Queda prohibido este tipo de di-rectos!!
Keep On Your On Eyes On You, Under Your Lights y una versión de Who Are You de los británicos The Who nos trajeron el siguiente bloque de temas y Michael seguía incansable. Para tales momentos ya había tenido que cambiar dos veces de micro… Parece ser que no les sientan bien los golpes, a estos trastos!!!
Children Of Revolution, Nothin´s Allright y toda la banda parecía estar divirtiéndose; quizás por eso comenzaron a sonar los acordes de I Was Made For Loving You, guiño a los Kiss para goce de todos, incluidos los dos guitarristas, Rich Jones y Steve Conte, que parecía que estaban en el salón de su casa, con unas cervecitas.
¿Puede hacerse mejor? Seguro que sí, pero no con un instrumento en las manos…
Las trescientas personas que habíamos acudido a tan magno evento no dábamos crédito a lo que nuestros ojos estaban contemplando.
Sonaron ahora Motorvatin´ y Hammersmith palais. Esta última, de su época como Demolition 23, fue tarareada hasta la saciedad por el respetable de las primeras filas, con un Michael sentado en uno de los bafles, disfrutando de un momento mágico.
Going´ Down With The Ship fue la antesala de Up Around The Bend, una versión de los añorados Creedence, y Dead, Jail And Rock And Roll nos trajo el final del concierto…
Bueno…, no…, venga… Esto solo lo hizo el finés para que nos diera tiempo a lisonjear a la camarera… No lo probamos!!!
La esperada vuelta de la banda no defraudó… Después de lo visto, no era fácil subir el listón, pero cuando comenzó a sonar Ramblin´ Rose, de los malogrados MC5, y Oriental Beat, de nuevo de su época en los Hanoi Rocks, todo el mundo se pensó que esto no acabaría nunca…
La cara del showman reflejaba cansancio, algo normal, teniendo en cuenta el derroche tanto vocal como físico que estaba haciendo, pero solo el dueño del atrezzo rezaba para que este di-recto acabara…
Para disfrute de este señor todo tiene un principio y un final, así que la banda finesa decidió despedirse con otros dos clásicos enlazados. Se trataba del I Wanna Be Loved de los Heartbreakers y el I Feel Alright, donde Michael y su armónica nos demostraron que no solo su voz sigue estando en plena forma, sino que también nos puede hacer vibrar (y mucho) con el citado instrumento.
La Sala Malatesta se iluminó y a todos los presentes nos costaba creer lo que habíamos visto… Hasta el segurata se lo había pasado bien!!!
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