Siempre es de agradecer que las bandas de metal de nuestro país hermano, léase Portugal, se dejen caer por nuestras tierras. Como todos sabéis, los Pelletier somos grandes amantes de los di-rectos en tierras galas e inclusive lusitanas, pero de vez en cuando se agradece no tener que desplazarse tanto. Y es que ya no somos unos niños y el cuerpo protesta…
Retazos ochenteros muy poco frecuentes ya en las bandas de estos años, están muy presentes en la discografía de la banda que en estos momentos nos ocupa. Herederos del Glam Metal, los ritmos pegadizos y la desvergüenza propias de esa década, surgen en 2007 los suecos H.E.A.T.
Al final del verano, la zona de la Ribeira Sacra acoge las miradas de todos los hermanos Pelletier, ya que se inicia la vendimia de la uva que más tarde cataremos en poderosos orujos o en sedosos caldos dignos del Dios Baco y de todos los dichosos invitados a su mesa!!!
Pues parece que nuestros amigos galos del Hellfest Open Air comienzan a moverse y eso, para un Pelletier, siempre es motivo de jolgorio, de tomarse unas cervezas con los bros, elucubrar qué bandas estarán y qué bandas no…, etc…
Pasamos por la vida dejándonos llevar, por el sendero y sin rechistar. Iphones, coches y pantallas Led de 60 “. New Balance, dinero para los herederos de Levi Strauss y gallumbos de Calvin Klein. Pero un día…, un día te das cuenta de que lo único que importa es vivir: LIVE FOR MADNESS!!!
Todo festival tiene sus cosas, mejores, peores o simplemente diferentes. Toda crónica tiene sus partes, su introducción, su contenido, su conclusión, etc, y todo cronista intenta que cada una de estas partes sea buena. En este caso, la introducción no será la mejor, igual que mi mañana (no lo pruebo, again…) del tercer día de Hellfest y el resto de la crónica solo espero que os parezca la mitad de buena que mi resto del día en Clissôn.
Hai unha data marcada con lume no corazón deste humilde Pelletier; non polo estilo musical, non polos decorados “bonitos”, non pola inxente cantidade de cervexa que un corpo pode aguantar…
Esta data é o primeiro fin de semana de agosto, onde dende fai trinta e oito anos, ININTERROMPIDAMENTE, celébrase o Festival de Pardiñas. Festival promovido pola Asociación Cultural Xermolos e polos voluntarios do Concello de Guitiriz e arrededores. Léase “Concello” coma empadroados neses terreos, non coma funcionarios e empregados da casa consistorial.
Todo el que ha ido a un gran festival sabe que el amanecer del segundo día es clave en el devenir de la aventura emprendida. Del estado de forma de tu cuerpo y tu estado anímico tras el subidón de la primera y ansiosa ardua batalla, junto con lo debidamente que gestiones la regulación de pH, dependerá el éxito del resto del festival.
La expedición Pelletier no está exenta de estos pequeños detalles; aunque, en mi caso, estaba pletórico…
Año tras año, cuan migración de la cigüeña, la expedición Pelletier hace los preparativos para su peregrinaje a Clissôn. Eso sí… Pese a su cercanía a París, nuestra intención no es la de traer ningún niño en el pico.
Clisson, ciudad del Rock, se convierte en la Meca de todo seguidor de la buena música (o de la fiesta, en general) durante un fin de semana al año; atrayendo al territorio del Muscadet (vino de la zona) a personajes muy dispares: desde el ecléctico ratón de biblioteca, hasta el orco grandullón y barbudo de las tierras del norte.
Con la llegada del mes de julio, toda la familia Pelletier tiene una cita en la vecina y querida comunidad asturiana. Una fecha marcada a fuego en el calendario porque se celebra uno de los pocos festivales gratuitos, con mucho nivel y buen gusto musical del territorio nacional.
No hablo si no del Stone Fest, que se celebrará este año los días 30 de junio y 1 de Julio en Piedras Blancas.
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