Si hoy en día mencionamos la etiqueta “metal progresivo” con total naturalidad, puedes apostar a que en buena parte se lo debemos a DREAM THEATER, la banda que en 1992 dio un puñetazo a la mesa con Images and Words y lo hizo justo cuando, al menos comercialmente, el Heavy Metal estaba a punto de irse a la mierda. ¡Y no digamos el rock progresivo!
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Todos os artigos de Yago Pelletier
Alice Cooper: Madrid, 7 de septiembre de 2019.
Verano de 2005, campo de fútbol de Puertollano, casi medianoche: un niño que no tendría más de 10 años, con una sonrisa de oreja a oreja y unos ojos abiertos como lunas, le dice a su padre: “han estado perfectísimos, los estos…”.
Pardiñas: Cantando as Corenta. 4 de agosto de 2019.
De mi primera estancia en el FESTIVAL DE PARDIÑAS, hace casi tres lustros, guardo un buen puñado de recuerdos. Entre ellos hay uno que me inspira una sensación muy especial.
Los que descubrimos el rock en los adolescentes años 80 no sabíamos muy bien cómo encajar a THE CULT: no eran heavy, no eran punk, no eran pop; ¡diantre! ni siquiera hacían rock de radio-fórmula como los polluelos de Bon Jovi o Europe. Entonces ¿qué diablos tocaban estos tipos?
Honradamente, aunque se decía que en los UK y los USA lo estaban petando, en el sur de Europa, hace tres decenios, THE CULT parecía que eran una banda de rarunos destinada a gustarles única y exclusivamente a los listillos de la prensa musical y, si acaso, diseñarles la ropa la los Héroes del Silencio.
Pero en 1989 publicaron SONIC TEMPLE y a muchos se nos aclararon las ideas.
Y ahora, 30 años después, Ian Astbury, Billy Duffy y sus secuaces celebran el 30 aniversario de esta maravilla del hard rock con una gira que promete grandes ceremonias sonoras. Y además tocarán en la Península Ibérica por mediación de la gente de LAST TOUR (¿os suenan festivales como el BBK y el Azkena?) y de la madrileña sala LA RIVIERA, especialista en hacer sitio a clásicos del rock de todos los pelajes.
Vendrán el próximo 21 de agosto y, por supuesto, los Pelletiers acudiremos a la cita.
Por cierto…, puedes conseguir tus entradas en Lasttour.net.
STAY PELLETIER
@PelletierHorror
Festival de Pardiñas, agosto de 2015. En plena algarabía etílica, un ilustre Pelletier inicia una encendida perorata sobre un tipo que vive en Malasaña y hace versiones de Rainbow y Deep Purple: “¡Ese tío borda los temas de Dio! ¡Podría cantar con los mismísimos Rainbow!” Suena exagerado, la verdad. Pero la exageración, dicha con estilo, siempre es hermosa.
¡Ay de vosotros, miserables pecadores! ¡Willie Nile volvió a Pucela y vosotros no estabais allí! El pequeño neoyorquino, admirado por Springteen, Dylan y Lou Reed, “plagiado” por los Rolling Stones y profeta del ecumenismo roquero neoyorquino; el mismo que será beatificado por unir en comunión el rollete cantautor con la rabia de garaje, el gran superviviente de la epidemia punk de Nueva York, paseaba con soberbia militar sus 70 años de adolescencia y su telecaster de modales springteeneanos y alma Clash.
Entre la Taberna Gaditana de Madrid y cierto pabellón de los deportes (de cuyo nombre etc.etc.) no hay más que unos pocos metros, pero, paradójicamente, un tremendo aguacero nos impedía recorrerlos y llegar al recital de un señor llamado Waters. Parecía una coña de alguna mente megalómana.
Puede que el bueno de Joe Lynn Turner sea el mayor perdedor de la historia del Rock. Me explicaré: el tipo tiene una de las mejores voces que se hayan dado nunca en el género, es un cantante con una personalidad única, buen compositor, con unas tablas y un historial que tiran de espaldas, respetado por los más grandes del negocio…. Y aún así parece condenado a ser una figura de culto y añadiría que muy privada.